Mitos, leyendas e historias en torno al olivo, el “rey de los árboles”

Todas las épocas y culturas mediterráneas han otorgado al olivo una consideración importante. Símbolo de paz, abundancia y prosperidad, el olivo y la extracción de aceite de oliva virgen extra han llenado de literatura numerosas hojas en blanco.

Para los romanos, el olivo es “el rey de los árboles”. “Olea primum omnium arborem est“, así lo denominaba ellos, ya que representaba la inmortalidad y el avance y conquista de sus territorios. 

También la Biblia hace referencia a este árbol sagrado. Según las escrituras, creció un olivo en la propia tumba de Adán; una paloma anunció el nuevo mundo a Noé provista de una rama de olivo en su pico y Jesús de Nazaret entró en Belén recibido con palmas y ramas de olivo, muriendo en el Huerto de los Olivos, entre otros muchos ejemplos.

Referencias que llegan incluso desde el Antiguo Egipto, donde amortajaban a sus faraones y monarcas con una corona de olivo, como así lo atestiguan los restos encontrados de Tutankamon.

Como veis, leyendas, historias, mitos y referencias bibliográficas son muchas las que tienen a este árbol como protagonista y hoy os queremos traer el origen mitológico del olivo.

Cuenta la leyenda, que el olivo en la Antigua Grecia estaba considerado como un árbol mágico que simbolizaba la inmortalidad, la vida, la victoria, la fertilidad y la paz. Todo ello gracias a que surgió de las manos de una diosa, Atenea.

Esta diosa de la sabiduría se disputaba contra Poseidón el patronato de una importante ciudad griega por lo que Zeus, Rey de los dioses les impuso una prueba, y aquel que triunfara, se llevaría los honores.

Poseidón, Dios de los mares, clavó su tridente en una roca y allí mismo surgió un manantial de agua salada que a punto estuvo de inundar la ciudad.

Atenea, por su parte, golpeó la roca con su lanza y brotó un olivo. De él obtendrían aceitunas y aceite para alimentarse, para iluminar y para hacer perfumes. Y allí mismo surgió Atenas, en honor a su patrona Atenea.

Siglos después, el rey Persa Greges, saqueó e incendió la ciudad. Pero para sorpresa que los supervivientes, de las cenizas de aquel olivo, resurgieron brotes verdes con los que poder continuar con el cultivo del olivo y de sus frutos.

Y a día de hoy, estos árboles milenarios siguen dando delicadas exquisiteces. El aceite de oliva virgen extra del Bajo Aragón es degustado en numerosos hogares. Desde Karma os queremos acercar un aceite de oliva virgen extra premium, ya que seguimos apostando por el territorio, por vivir en el mundo rural y por continuar trabajando para crear un aove de calidad.

Intérprete: Paloma Aranda

Fotos: @javiertles + @sofia_roca

Locución: Mariam Gimeno

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